Dwight Lyman Moody nació el 5 de febrero de 1837, en el área rural de Northfield, Massachusetts. Quedó huérfano de padre a los cuatro años y la familia de seis hermanos tuvo que enfrentarse a graves problemas financieros.
A los siete años se vio obligado a ponerse a trabajar. A los diecisiete se trasladó a Boston y a los veinte a Chicago. Fue allí donde Dios comenzó una obra increíble a través de Moody, que se extendería por cuarenta años. Fue un poderoso ganador de almas en una época donde los viajes eran lentos y las herramientas de comunicación no existían. Un millón de almas fueron salvas por medio de su predicación y sus programas. Se establecieron tres escuelas cristianas, se lanzó una casa publicadora que llevaba su nombre, y miles de ministros se inspiraron en él.
Dwight Lyman Moody nació el 5 de febrero de 1837, en el área rural de Northfield, Massachusetts. Quedó huérfano de padre a los cuatro años y la familia de seis hermanos tuvo que enfrentarse a graves problemas financieros. A los siete años se vio obligado a ponerse a trabajar. A los diecisiete se trasladó a Boston y a los veinte a Chicago. Fue allí donde Dios comenzó una obra increíble a través de Moody, que se extendería por cuarenta años. Fue un poderoso ganador de almas en una época donde los viajes eran lentos y las herramientas de comunicación no existían. Un millón de almas fueron salvas por medio de su predicación y sus programas. Se establecieron tres escuelas cristianas, se lanzó una casa publicadora que llevaba su nombre, y miles de ministros se inspiraron en él.
Nunca fue ordenado en el ministerio de ninguna iglesia, sin embargo fue el evangelista que a más gente predicó en su época. Cautivaba a su audiencia con un estilo íntimo y sentimental de contar historias. Su tema central era el amor de Dios, con un mensaje sencillo de comprender. Hasta hoy en día las palabras poderosas de D. L. Moody siguen trayendo a hombres y mujeres a Cristo.